Tenemos una profesión única, que pocos de nosotros planeábamos elegir al comienzo de nuestras carreras. Muchos nos topamos de casualidad con un trabajo como recaudadores de fondos, nos enamoramos de él y nunca miramos hacia atrás. Y como no sólo hacemos lo que nos apasiona sino que también contribuimos con movimientos sociales y organizaciones maravillosas y transformadoras, deberíamos ser uno de los grupos de profesionales más felices del planeta.
Lamentablemente… esto no siempre es así. Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de que, en nuestro rol de recaudadores de fondos experimentados, estemos ayudando a forjar colegas felices, fundraisers que incrementen su conocimiento y capacidades, sobresalgan en su trabajo y no lo abandonen?
En mi opinión, la recaudación de fondos no se trata solo de números, planes de donantes, estrategias, presupuestos y reuniones; se trata en primer lugar y ante todo de las personas.
Así que mientras me preparo para comenzar un trabajo nuevo, unirme a un equipo de recaudadores de fondos incipientes y dejar mi antiguo equipo, dedico los últimos días con mis colegas a reflexionar acerca de los buenos y los malos momentos.
¿Cómo puedes, en tu rol de líder, gerente, mentor o coach en materia de recaudación de fondos, forjar recaudadores felices y apasionados? Aquí te presento los mejores consejos tomados de mi propia experiencia durante los últimos años:
1. Ayúdalos a encontrar una pasión
Ya sea que nos estemos dedicando al fundraising por casualidad o hayamos elegido esta actividad de manera consciente, habrá ciertos aspectos del trabajo que nos inspiren entusiasmo y curiosidad, y algunos otros que simplemente deban realizarse. Pero ayudar a encontrar una faceta del trabajo que nos entusiasme genera una fuente enorme de energía creativa. Las personas cambian ante tus ojos, tomando el emprendimiento en sus propias manos e impulsándose para lograrlo.
2. Comunica expectativas claras y ambiciosas, pero factibles.
No hay nada más frustrante como recaudador de fondos que se nos pida que dupliquemos los ingresos netos sin la inversión necesaria, o que nos encarguemos de administrar simultáneamente muchas actividades de alta prioridad, sin la autoridad o el feedback para tomar decisiones, o simplemente para decir «no». Trata de no poner a nadie en esa situación. Escucha y toma a tus colegas en serio cuando te dicen qué puede hacerse o no. Son los que se encuentran en la lucha diaria.
3. Sé un líder auténtico
Todos pueden ser líderes, ya sea que manejen un equipo o no. Y aunque hay muchas fuentes excelentes sobre el tema de «liderazgo auténtico», me gustó mucho un post reciente de mi colega Alastair Lamb en LinkedIn. Escribió: “Al decir desnudarse en la oficina me refiero a ser franco con tus equipos y compañeros de trabajo, y mostrarte como un individuo peculiar, idiosincrático y con posibles defectos”.
En mi carrera de recaudador de fondos he tenido gerentes de proyecto y directores excepcionales… y otros ineficientes. Los mejores no sólo eran hábiles recaudadores de fondos (ver el post reciente de Reinier para aprender por qué esto es importante si todavía no te convenció el punto 2) sino que también eran abiertos y accesibles como personas, dispuestos a ser honestos acerca de sus debilidades, sin pretender ser más o algo que no eran. Y esto es exactamente lo que necesitaba para sentirme desafiado, para animarme a tomar riesgos, y dejar mi ego de lado para dejar que me nutran y apadrinen.
4. Acepta y comparte errores
El director de mi organización actual comenzó la presentación de nuestro plan anual este año diciendo que espera al menos un error de cada miembro del personal por trimestre. La recaudación de fondos se trata de ensayo y error, probar, optimizar, perfeccionar. Y luego, cambiar nuevamente, a medida que evolucionan los donantes, el mercado y las estrategias. Los errores son parte del proceso. ¿Tu organización o equipo los acepta y comparte? ¿Cultivan una política abierta de aprendizaje para que todos se sientan cómodos para compartir estas fallas? De lo contrario, tu equipo está dejando pasar una increíble oportunidad de adquirir posibles conocimientos.
5. Desarrolla una visión que entusiasme y unifique
Puede llevar tiempo y paciencia poner de acuerdo a todo un grupo de gente en torno a una visión en común del futuro, cómo llegar hasta allí, y el aporte que deberán hacer todos. Pero generalmente, en las organizaciones en el medio de un cambio (una nueva administración, prioridades contrapuestas, intereses diferentes) o cuando las demandas de la administración diaria llegan a ser demasiado abrumadoras, se toman atajos para que todo el equipo funcione. Pero un equipo unido y de alto desempeño logrará mucho más. ¿Tus donantes y beneficiarios no merecen lo mejor?
Pero el último consejo es tal vez el más importante. Cuando pregunté a mis colegas qué es lo que los hace más felices en su trabajo de recaudadores de fondos, las respuestas son conmovedoras. Casi todas tenían que ver con los momentos trascendentales que reconfirman nuestra elección de trabajar en pos de un mundo mejor:
“El momento en que recibimos la carta que anunciaba que había fallecido uno de nuestros donantes y que nos dejaba una gran cantidad de dinero en su testamento. Había hablado con ella sobre sus deseos y su voluntad y sabía que sus deseos se habían hecho realidad y que la había ayudado a ella y a la organización.”
“Lo que realmente me motiva como recaudador de fondos es ver que hay personas para las que es muy importante marcar una diferencia para los animales u otras personas. Su motivación y participación me motivan a hacer todo lo que puedo para ayudarlos a hacer que el mundo sea mejor. Y luego ver qué impacto tiene: un oso rescatado, una modificación de una ley, un cambio en la sociedad, etc.. Me hace feliz y estoy agradecido por ello.”
“¡Reunirme con mis donantes! En la privacidad de sus hogares y en eventos. Hablar con ellos y escuchar qué los inspira a involucrarse y donar, y aprender de sus experiencias me hace feliz. Supongo que es la historia personal del donante la que lo vincula con la ONG.”
“Por suerte varias cosas. Reunirme con las personas para las que trabajamos tanto y ver la diferencia que marcamos en sus vidas. Pero también reunirme con los voluntarios y donantes que invierten su tiempo y dinero para mejorar una situación. Escuchar sus historias. Pero también, como recaudador de fondos, las reuniones como el IFC, donde se nos inspira a trabajar mejor y más eficientemente, y sentirme parte de un «movimiento» mundial.»
“Como recaudador de fondos me pone muy contento lograr un aumento en la conversión, una donación promedio mayor, una mayor proporción de clics, una nueva técnica de recaudación de fondos y muchos más indicadores claves de desempeño. Pero en realidad para mí se trata de algo mucho más fundamental: por medio de una actividad de recaudación de fondos, tanto el donante como el beneficiario se vuelven más felices. El que recibe obtiene la ayuda de un aporte financiero o una acción. El que da se lleva una buena sensación al contribuir con una donación o al involucrarse. Y esto me hace inmensamente feliz y hace que (casi) todos los días tenga una sonrisa en mi rostro cuando vuelvo de trabajar. Esto no tiene precio.”
Por lo tanto mi consejo #6 es:
6. Compartir y disfrutar los maravillosos momentos juntos
Lo que hacemos cambia al mundo. No siempre es fácil, pero debería ser siempre satisfactorio. Y nuestros colegas están allí, todos los días, para compartir nuestra alegría e inspiración.
Los invito a agregar sus propios consejos a esta lista mediante sus comentarios. ¿Cómo ayudan ustedes a forjar recaudadores de fondos felices? O ¿qué los ha ayudado a ser recaudadores de fondos más felices?
P.D.: Gracias a Thomas, Jeroen, Joyce, Ellen y Elsbeth por su gran aporte.
- Autor: SARAH CLIFTON
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- Fuente: http://101fundraising.org