Tomado del Diario LA NACION (Por Maia Jastreblansky) 28/05/2015
Del mismo modo en que muchos pagan los servicios de luz, el cable o el celular. De la misma manera que se compran productos y pasajes, o se hacen donaciones online. En estas elecciones presidenciales, cualquiera podrá, con su tarjeta de crédito o débito, hacer un aporte monetario a su candidato preferido a través de Internet.
Más allá de los topes que establecen los bancos, la Cámara Nacional Electoral estipuló para este año una contribución máxima por persona de $3.396.255, que puede dividirse en montos mensuales y que aplica para el nuevo sistema.
La modalidad fue habilitada por el Gobierno a través del decreto 776 a comienzos de mayo, pero todavía quedan algunos detalles por pulir. Hasta ahora, casi la totalidad de los aportes a las campañas se hacían cash. Las contribuciones online abren un mundo nuevo para los partidos, para los aportantes y para los auditores que controlan el financiamiento electoral.
La operatoria terminará de delinearse en los próximos días. Lo más probable es que se habiliten sistemas similares al de pagomiscuentas.com o las plataformas de crowdfounding que se utilizan para el financiamiento de proyectos. Según pudo conocer LA NACION, el Banco Central y la Dirección Nacional Electoral establecerán un marco normativo para que los partidos apliquen el nuevo mecanismo.
«La idea es ampliar el universo de personas que pueden aportar y hacer trazables los pagos a los partidos, que estarán acreditados en los bancos», manifestó a LA NACION el director nacional electoral Alejandro Tullio, encargado de implementar la nueva modalidad por el gobierno nacional.
El nuevo sistema no eliminará a las tradicionales listas de aportantes en efectivo, cuya confección sigue atada a los asientos contables de los partidos políticos, sin certezas por posibles «dibujos» o prestanombres en las nóminas. Las contribuciones con tarjeta obligarán a que los bancos a que informen los nombres de los aportantes.
UNA IDEA DE OBAMA EN 2008
Desde el Gobierno admiten que la iniciativa de «microfinanciamiento online» está inspirada en la primera campaña de Barack Obama de 2008. La iniciativa local tuvo como principales impulsores a las ONG Cippec y Poder Ciudadano, que hace un año convocaron Samuel Issacharoff, asesor de campaña del presidente de los Estados Unidos, para que explique las bondades del nuevo sistema.
«Permite multiplicar las bases de donaciones -algo que puede beneficiar a los partidos más chicos- y transparenta las fuentes de financiamiento para ejercer un mayor control sobre cómo se financian las campañas», manifestó Rosario Pavese de Poder Ciudadano.
Con el avance del calendario electoral, los plazos se acortan. Desde el Gobierno admiten que, más allá de la regulación que ofrezca el Banco Central, cada sello político deberá encontrar su «plataforma» de recaudación. Algunos partidos ya lo hacen. El Pro, en su sitio oficial, tiene una pestaña que invita a «donar $50». El candidato a jefe de gobierno porteño Martín Lousteau habilitó un sistema de contribuciones en www.aportesconstruir.org.
MÁS POSIBILIDADES DE CONTROL
Todos los ciudadanos estarán habilitados a hacer contribuciones partidarias, excepto los prohibidos por ley: dueños de empresas de juegos de azar, concesionarios de obras o servicios públicos, donantes anónimos o «personas que hubieran sido obligadas a efectuar la contribución por sus empleadores».
¿Qué ocurre si el dueño de una firma vinculada a la obra pública financia al partido oficialista? Ese es un gris que aún la reglamentación no puede saldar ¿Y si un monotributista categoría «B» hace un aporte millonario? Con el correlato en el sistema bancario, los auditores esperan que la Justicia y la AFIP tengan más herramientas para intervenir.
«Vamos a poder pedir que los partidos políticos presenten las planillas de acreditación de las tarjetas de crédito y tendremos un soporte mucho más sólido para evaluar», manifestaron desde la Cámara Nacional Electoral, encargada de auditar los balances partidarios por el Poder Judicial.
Para conocer a los contribuyentes de campaña habrá que esperar. Diez días antes de las PASO de agosto, cada partido deberá presentar un informe previo. Un mes después de las elecciones generales de octubre, deberán oficializar los nombres de sus aportantes.