Los más grandes fundraisers se han estado preguntando y respondiendo sólo cuatro preguntas, una y otra vez, por un largo tiempo. Esas preguntas son:
1. ¿Cómo mejoramos nuestra propuesta?
2. ¿Cómo mejoramos nuestras estrategias de inversiòn?
3. ¿Cómo hacemos llegar nuestra propuesta?
4. ¿Cómo nos mantenemos inspirados?
Después de dos años de investigación, observación y análisis de trescientos casos de estudio de éxito en todo el mundo, logramos formular estas simples preguntas con los Profesores Shang y Sargeant.
Son preguntas simples, pero muy complejas al mismo tiempo, porque implican tres tipos de comportamiento:
- Son implacables. Ser «suficientemente bueno» nunca alcanza. Debemos que seguir cuestionándonos, y buscar siempre el perfeccionamiento y el aprendizaje continuo.
- Son irritantes. Mejorar y cambiar el juego hace que nos sintamos incómodos. Subir la barra cada mes durante años nos mueve fuera de nuestra zona de confort. Preguntar «¿Por qué?» una y otra vez nos mantiene activos.
- Exigen coraje. Guiar a otros en este camino nos expone al constante perfeccionamiento, y el aprendizaje implica innovación y testeos, que nos obligan a manejar situaciones de riesgo.
Pero incluso a los directores de fundraising les es imposible mantener una posición de conducción y liderazgo por sí solos. Sería demasiado difícil. Necesitan el apoyo de diferentes personas, pero hay una en particular de la que necesitan apoyo total: el director de la organización.
En las organizaciones más exitosas, el director de fundraising y el de la organización contestan juntos las preguntas 1 a 4. Y lo hacen regularmente, una vez por mes, de manera que cada vez que surge la necesidad de una mejora o un cambio, o un tema de desarrollo o conducción, la respuesta llega desde ambos, pero es una y coherente.
Si eres quien encabeza el fundraising en tu organización y quieres empezar a crecer y llegar al espacio del «Gran fundraising», tu más importante resolución para 2016 debería ser asegurarte de que el CEO de tu causa sepa mucho sobre fundraising, mucho sobre liderazgo y al mismo tiempo se muestre cercano a quien encabeza el área de fundraising para dar juntos un mensaje sin fusuras.
Si ya sucede, haz algo más, porque la búsqueda de la escelencia no cesa nunca. Según la investigación, los directivos de fundraising pasan la mitad de su tiempo en el manejo interno de su organización para hacerla más eficiente. Si tienes lo otro resuelto, empieza por aquí y quédate… siempre se puede mejorar.
Feliz fundraising!
Alan
- Autor: Alan Clayton
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- Fuente: 101 Fundraising