En varios medios se oyó el grito de Oxfam: la desigualdad ya está tan fuera de control que la fortuna privada de 62 individuos equivale a la de la 3500 millones de personas (la mitad del mundo).  Y se sigue acelerando, amparada y alimentada por los paraísos fiscales. 

«Los países en desarrollo pierden al menos 170.000 millones de dólares al año en concepto de ingresos fiscales porque las personas ricas y las multinacionales esconden grandes sumas de dinero en paraísos fiscales», sostiene la organización. Todo esto lleva a la falta de financiación, y a falencias en temas de salud, educación y pobreza.

Los ricos son cada vez más ricos (44% desde 2010), y los pobres… más pobres (41%), según un reporte que dio a conocer Oxfam antes de la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, en Suiza.  

«Hasta un 30% de todo el patrimonio financiero de África está en el extranjero, unos 14.000 millones de dólares en pérdidas de ingresos tributarios cada año», dijo Oxfam, que citó el trabajo de Zucman, en su reporte «Una economía al servicio del 1%«.