24 horas al aire -si no menos- es lo que duró el comercial de Pepsi en el que la modelo mediática Kendall Jenner abandona una sesión de fotos para sumarse a una marcha de activistas por la paz y le ofrece a un policía una lata de gaseosa con la que se asegura un final 100% Hollywood.
Los creativos de la campaña, confiados en el alcance que les daría una celebridad de la alcurnia de Jenner, lanzaron un comercial repleto de estereotipos y lugares comunes. No imaginaron que el público tomaría tan mal la similitud de la escena de la entrega de la lata con la de la detención de una ativista en la marcha del Black Lives Matter Movement.
Es evidente que aún no entendieron que el público está formado e informado, ya no tolera mensajes vacíos y llenos de clichés, y que está dispuesto a lanzar artillería pesada a través de las redes sociales… al punto de lograr la baja del comercial.
El costo de imagen y de ventas será demasiado alto. Y no hay celebridad que pueda arreglar ese desastre.
Mira el video y saca tus propias conclusiones.