Yo fui fundraiser. Trabajé 20 años coordinando diferentes equipos de recaudación y comunicación, así que he visto de todo. Y te puedo asegurar que la visión más patética y lamentable que he visto es a un fundraiser arrastrándose. Y he visto muchos, lamentablemente.
Un par de días atrás me llamó un amigo, Rubén, que tiene una pequeña empresa de traslados y mudanzas, para comentarme que lo habían llamado de la Fundación Luz de Día (el nombre no viene al caso) para pedirle si podía colocar un aviso en un evento cultural que hacían. Primero le pidieron 10.000, pero cuando dudaba empezaron a bajar el precio, hasta que acabaron rogándole que aportara 300… ¡300! Si eso es no quererse ni un poquito, no sé qué es. Para colmo de males, lo llamaban fuera de horario, de noche, el fin de semana… por teléfono, por email, por whatsapp… Y por último le pidieron amistad en Facebook. ¿Cuán triste es esto?
Una cosa es ser fundraiser, estar comprometido con una causa y luchar por ella, pero… rebajarse al punto de bajar un aporte de 10.000 a 300, molestar a un donante hasta sus espacios personales y horarios familiares… eso es indigno, y lamentable. ¡Eso es arrastrarse!
Pero… ¿cuándo nos arrastramos los fundraisers?
- Cuando llamamos a un donante más de una vez por semana e intentamos entrar a su vida por varios caminos, incluyendo Facebook, y su casa personal.
- Cuando pedimos donaciones en especie más allá del sentido común, como en un viaje en taxi, fotocopias o snacks, sabiendo que el tiempo que nos lleva gestionar esas donaciones podría aprovecharse en algo más productivo para la organización.
- Cuando bajamos el monto de una donación hasta valores casi simbólicos, manteniendo para el donante los privilegios de visibilidad del monto original.
- Cuando nuestra oficina, nuestra papelería, o nuestro aspecto personal buscan dar lástima, pensando que es estratégico para lograr mayores donaciones.
- Cuando pedimos «lo que pueda» en lugar de especificar un importe.
- …
Fundraiser: Levántate y camina. No te arrastres. No pierdas tu dignidad.